5 de marzo de 2010

"Escondiendo al Elefante"

Hablemos de libros.
"Hiding the Elephant" de Jim Steinmeyer.

El libro tiene como excusa la investigación sobre el modo en que Harry Houdini hizo desaparecer un elefante en el Hipódromo de Nueva York en 1918. Digo excusa porque a través de ello Steinmeyer cuenta, tal como versa su excelente subtítulo, ‘cómo los magos inventaron lo imposible y aprendieron a desaparecer’. Es más, por lo que queda claro desde el comienzo, la desaparición propiamente dicha no fue nada impactante, aunque sirvió, eso sí, para los fines publicitarios de Houdini y para que quede ratificado su deseo eterno de ser un gran mago.

Durante las 350 páginas, Steinmeyer logra demostrar una erudición procesada (esa que no culmina en la acumulación de datos) y desarrolla, especialmente, la evolución de los artilugios ópticos en la magia: del vidrio de las fantasmagorías hasta los espejos de “La Esfinge” y “The Proteus Cabinet” y los avances de Charles Morritt que desembocaron en la desaparición del elefante pero antes en la de un burro (todo lo cual, por cierto, ya había sido reseñado en “Art and Artífice”). También se cuenta –siempre con la atrapante narración y excelente estructuración que acompaña todo el libro- la historia de los Hermanos Davenport y su Cabina Espiritista y de cómo ella contribuyó, en gran medida, al desarrollo de la magia escénica, sobretodo de la mano de John N. Maskelyne.


Es un libro destinado, afortunadamente, al público profano, a pesar que se descubran algunos secretos. No obstante, esa exposición es necesaria e irreprochable. “Mi experiencia me dice que la historia de los magos solo puede ser entendida cuando se entiende su arte. Y los secretos impresionan únicamente si entiendes y conoces a las personas responsables, el drama que esconden, y la historia que los rodea. (...) He intentado ponerlos en contexto (a los secretos), señalando por qué razón esos principios fueron y son tan significantes para la magia y cómo evolucionaron y de qué manera, también, fueron muchas veces subestimados u olvidados completamente”. Así justifica Steinmeyer la exposición y hay que decir que alcanza su objetivo de un modo sorprendente y atrayente. Nos introduce en un maravilloso panorama de la historia de la magia, logrando que veamos y vivamos a los grandes del pasado (Daevid Devant, Thurston, Houdini, Maskelyne, Selbit especialmente) pero también a los olvidados (Morritt, Jarret, Tobin, Pepper, Stodare y otros).

A lo largo de los capítulos, Steinmeyer deja entrever también su visión tan profesional y artística de la Magia. Así es que nos habla de la función ‘recordatoria’ del ilusionismo (‘Reminding not Deceiving’, ver Profonde Nº 5); de la necesidad que el plot o argumento predomine en la ilusión y sea claro; que el método se adapte al efecto y no viceversa; de lo sencillo que pueden ser los secretos mecánicos y científicos y, por lo tanto, de lo importante que es la perfomance y el conjunto (dice por allí: ”No son solamente los trucos que lo hacen asombrosos, sino la personalidad, la presentación y la psicología, las miles de cuidadosas elecciones que rodean cualquier ilusión y la intrincadas sutilezas que envuelven cada actuación. Estos son los toques que pueden elevar a la magia como un arte”). A lo largo del libro, Steinmeyer insiste en qué el efecto es un ‘pequeño drama’ (en estructura pero también en que debe generar una experiencia única), discute al pasar algunas cuestiones de la construcción de la credibilidad, y otras tantas ideas que se encuentran en sus otros tantos escritos. Es más, este volumen puede considerarse como un excelente resumen de sus diferentes libros y, por lo tanto, de sus diferentes preocupaciones ‘teóricas’, investigativas, históricas y biográficas.
Lo recomiendo fervientemente.

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